Cuentamal había planificado un día muy divertido, pero no se atrevía a salir de la casa y bajar las escaleras. La mañana anterior había contado los escalones cuando había bajada a desayunar y le habían salido 10. Pero cuando volvió a subir para dormir, había contado 11. Si había menos escalones al bajar que al subir, ¡a lo mejor se iba a dar un tortazo! Así que se quedó sentado mirando cómo salía el sol. Era un día muy hermoso. El cocinero se acercó al pie de la escalera y le gritó que su desayuno se estaba enfriando. Sus amigos también se acercaron para decirle que se iban de excursión. Pero Cuentamal no quería bajar y todos se fueron. Entonces llegó Cuentabien y subió corriendo escaleras arriba para preguntar a su hermano Cuentamal si le pasaba algo. Cuando oyó que Cuentamal tenía miedo de caerse por las escaleras, Cuentabién exclamó: “¡No puede ser! ¡Las escaleras tienen el mismo número de escalones tanto si subes como si bajas!” Arrastró a Cuentamal fuera de la cama y lo llevó hasta las escaleras . Cuentamal estaba asustado, pero daba gracias a su hermano por arriesgarse a caer. Cuentabién bajó por las escaleras contando cada escalón: “10”. Luego volvió a subir contando otra vez os escalones, y también le salieron 10. “Es la misma escalera, así que tiene el mismo número de escalones”, dijo Cuentabién. Cuentamal se puso a dar saltos de alegría, dio miles de gracias a su hermano, y bajó corriendo las escaleras para salir del castillo y pillar a sus amigos para ir con ellos de excursión.
Este cuento y algunos más de Cuentabien y Cuetamal pueden encontrarse en:
Baroody, A.J. (1988). “El pensamiento matemático de los niños”. Visor. Aprendizaje
miércoles, 28 de octubre de 2009
EL ORDEN NO IMPORTA
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